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¿Qué es la Blockchain? ¿Y por qué esta nueva tecnología está revolucionando el mundo?
La Blockchain (o “cadena de bloques”) constituye una de las tecnologías más disruptivas de este siglo y plantea una revolución no solo en nuestra economía, sino en todo tipo de ámbitos. La Blockchain es básicamente una base de datos descentralizada que registra transacciones. La cadena está conectada y distribuida a través de una red de computadoras, que a su vez está protegida con un cifrado muy avanzado (similar a la criptografía utilizada en las firmas digitales), y por lo tanto, se encuentra altamente protegida.
Utilizando una analogía bien clara de la vida cotidiana, sería como cuando uno intenta borrar un mensaje antiguo en una conversación grupal de Whatsapp para ocultar cierta información. Esto no se podría hacer en la Blockchain, ya que contiene el historial completo de todas las transacciones que se han efectuado en la red. Por ello, se cree que la Blockchain revolucionará toda la estructura de gestión administrativa de los gobiernos y los servicios financieros del futuro.
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Del concepto a la realidad: ¿cómo la tecnología Blockchain remodelará la industria de servicios financieros?
De la misma manera que Internet descentralizó la información, lo que intenta la Blockchain es descentralizar los procesos de certificación. Vale decir, descentralizar la “confianza” que se deposita en las instituciones intermediarias (bancos, compañías de tarjetas de créditos, gobiernos, etc.) y transferirla directamente a la red de individuos que forman parte de la cadena de bloques.
Tomemos como ejemplo una transacción bancaria. Imaginemos que una persona llamada Ana quisiera enviarle 1.000.000 de guaraníes a otra persona llamada Benjamín. Lo normal es que los bancos actúen como intermediarios, centralizando de forma efectiva la transferencia del capital. En este caso, Ana le pediría a su banco que transfiera el dinero a Benjamín. La transacción puede tardar unos minutos o varios días, dependiendo del monto, del banco y del país en que se haga la transferencia. La transacción en realidad no necesita de un trasiego de billetes, sino que los bancos intermediarios realizan un simple cambio en los balances de sus cuentas con la utilización de un software. El problema aquí es que ni Ana ni Benjamín tienen control alguno del proceso, ya que solo los bancos tienen toda la información. Ambos dependen de esos bancos (y de sus comisiones) para realizar la transacción.
Lo que básicamente plantea la Blockchain es eliminar a los intermediarios y descentralizar toda la gestión, proporcionando un alto nivel de seguridad e integridad al actuar como una base de datos que contiene registros de cada transacción ejecutada en la red. El control del proceso es de los usuarios, no de los bancos como en el ejemplo anterior. En este caso, tanto Ana como Benjamín, se convertirían en partícipes y gestores de los libros de cuenta de los bancos. Este ejemplo es extrapolable a otros tipos de transacciones y no solo a transferencias de dinero. Es por ello que la Blockchain representa un gran cambio de paradigma en toda la estructura financiera que conocemos.
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¿Cuáles son los usos, ventajas y desventajas?
Los usos pueden ser muy variados. Esto incluye: criptomonedas, aplicaciones, plataformas, almacenamiento y distribución de información. A nivel gubernamental, la Blockchain podría ser utilizada para aprovechar el monitoreo y control de ciertas tareas tales como: sistemas de votación, recaudación de impuestos, emisión de pasaportes, registro de propiedades, entrega de subvenciones y otros beneficios.
Entre las ventajas de la Blockchain, caben destacar los reducidos costos de transacción, ya que, al liberarnos de los intermediarios, no existen tales costos adicionales originarios de terceros. De la misma manera, la Blockchain genera celeridad en las transacciones porque funciona las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Imaginemos cuánto tiempo se tarda en transferir dinero a otro país utilizando un banco como intermediario. En suma, con la Blockchain el tiempo y los costos de transacción se podrían reducir al mínimo, lo que se traduciría en mayor eficiencia a la hora de hacer negocios.
Entre las principales desventajas se podrían mencionar su actual dificultad de implementación. Como la Blockchain es una tecnología relativamente nueva y disruptiva, se necesita tiempo para conseguir el personal especializado y poder así implementarla dentro de la estructura de los sistemas de gobiernos y empresas. Este proceso de adaptación puede llevar varios años.
Otro problema fundamental es el de la anonimidad, sobre todo con respecto a la utilización de las criptomonedas. Como algunas de las criptomonedas ofrecen unas características especiales de anonimato, podrían facilitar ciertas actividades delictivas tales como: el lavado de dinero, venta de drogas en línea, etc. Ello hace que se planteen algunas cuestiones jurídicas aún no contempladas en nuestro sistema legal. Se podría decir que, tanto a nivel nacional como internacional, existe una especie de “status quo” en este aspecto; y esa falta de regulación, genera a la vez un estancamiento en el desarrollo y evolución de esta tecnología.
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La Blockchain y los Smart Contracts: Los problemas de seguridad, los errores y la ineficiencia son muy costosos cuando se publica un Smart Contract en la Blockchain.
Desde el punto de vista legal, y sobre todo cuando nos referimos a los costos de los Smart Contracts (o “contratos inteligentes”), algunas de las ventajas de la Blockchain, se pueden convertir en una desventaja, dependiendo de la óptica con la que uno lo mire. Antes de comentar sobre los costos de seguridad, los errores y la ineficiencia, veamos primero qué son los Smart Contracts y cómo funcionan dentro de la cadena de bloques.
Los Smart Contracts son un componente clave de la tecnología Blockchain que formarán parte de la nueva generación de contratos en línea. Mientras que un contrato típico se escribe utilizando un lenguaje natural (español, inglés, etc.), los contratos inteligentes se escriben en código de computadora utilizando lenguajes de programación específicos. Estos lenguajes utilizan algoritmos estrictos diseñados para los efectos deseados del contrato. Es decir, las cláusulas contractuales deben ser programadas paso a paso, dentro de la cadena de bloques.
Por lo tanto, los Smart Contracts son básicamente protocolos de computadora autónomos y de ejecución automática que facilitan el desempeño y la ejecución de acuerdos entre dos o más partes. Las ventajas de los Smart Contracts son numerosas. Pueden proporcionar un mejor rendimiento de seguridad que el derecho contractual tradicional y reducir los costos de transacción asociados con la negociación, verificación y cumplimiento de los acuerdos.
Sin embargo, uno de los principales desafíos de los contratos inteligentes será el de incorporar las leyes del “mundo físico” en el código digital. Esto significa que los Smart Contracts deben ser elaborados, paso a paso, con la ayuda de un programador, lo que a la vez genera costos extras al momento de programarlos. Igualmente, una de las características fundamentales de los Smart Contracts, como dijimos anteriormente, es su “inmutabilidad”. No se pueden hacer “adendas” o cambios dentro de los contratos inteligentes. Es decir, lo que es una ventaja, por sus altos niveles de seguridad, se puede convertir en una suerte de desventaja, ya que por cada cambio que se quisiera efectuar en el Smart Contract, habría que programarlo nuevamente, lo que genera costos de transacción.